Rilli ha desaparecido hace semanas. Lo busco, lo llamo
y no responde. Por eso su ausencia aquí, en estas líneas de luz y alquimias de
bytes. Vine decidido a encontrarlo, a mirarlo a la cara. Increparlo,
preguntarle por qué.
…
No está. No hay nadie aquí. Solo quedan sus cosas.
Algunas de sus cosas:
un
mate usado,
papeles
escritos, manchados,
dos
botellas vacías y
una
foto.
La
foto de una mujer,
cenizas
en la mesa y en la pileta.
La yerba del mate esta negra y le sobrevuelan moscas,
mosquitas.
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