Y todo gracias a esa foto. El domingo por la tarde vi la tapa del suplemento Radar y quedé hipnotizado. Conocía su nombre. Nunca la había visto. Nunca la había leído. “¿Viste Pilar? Esa cara aniñada… la ropa. Esa mirada y la pose, el cigarrillo en la mano… ¿distendida? ¿desenfadada? ¿Viste Pilar? Me encanta.” Y enseguida busqué el libro. Sabía que tenía un viejo tomo de literatura norteamericana escondido en el último estante de la biblioteca que hizo mi padre. Y allí estaba ella, contando historias tristes de perdedores, en pueblos perdidos a la orilla de la nada. Y un narrador exquisito que se mete en las historias y reflexiona sobre el amor y la soledad. Carson Mc Cullers, una perla trágica en los plantíos del sur norteamericano.
Bitácora de Carlos A. Ricciardelli // palabras/imágenes/arte -desde este lado del mundo.