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Otra de Sarlo y van...

Alcanzo a leer la primera oración –porque me avisan, me piden que lea “la nota de opinión” que salió en el pequeño diario argentino- y no puedo dejar de levantar la vista del monitor. Se volvió gagá, dice Rilli mirando la pantalla por sobre mi hombro. Se volvió gagá, no hay más dudas, repite palmeándome el hombro. ¿Cuándo dijo la última frase inteligente? Antes de bajar las persianas de punto de vista… ¿o ya patinaba?
Mercenario, según el pequeño larousse ilustrado, que se hace por dinero: trabajo mercenario// Que hace pagar sus servicios: soldado mercenario, dice golpeando el libraco con su mano. Que está cerquita de mentecatería…
¿Cómo? Pregunto dándome vuelta.
Que está justito en la columna de al lado. Están en paralelo, en el broli. Parece mentira…
Y era revolucionaria…
Eso dicen…
Y nos hacía pensar, era crítica del poder…
Pero no pudo. Todo por salir en viva…
No, ¿vos creés?
Se va juntar con La grande a almorzar un día de éstos.
(…)
¿Tenés algo de Bioy? Me agarró ganas de leer la Guerra del cerdo.

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