Ángel Rama: lecturas de un pasado presente
El paisaje preferido de la sociedad de consumo (la alegría de su burguesía) es el “supermercado”. La apetencia de la propiedad, el ejercicio del placer de la mesa, el poder de comprar, la acumulación de bienes, la asepsia del enlatado. Es visiblemente la “clase media ascendente” y responde a su concupiscencia que recién comienza a ser saciada, pues la alta burguesía dispone de otros circuitos más exigentes (desde botillerías hasta boutiques) donde ejercer sus demandas. La grosería del espectáculo, si bien se mira, corresponde a todavía vastas y urgidas apetencias de disfrutes terrenales. Y cuando en el supermercado aparecen cuadros o libros, este nivel primario (pero que se esfuerza por ascender) se revela en su franca elementalidad. Ralph Nader podría discutir los productos materiales que se ofrecen a estas gentes y evidenciar como se les engaña o explota. En el rubro artístico podríamos hacer una investigación parecida viendo estos cuadros en los supermercados: más que engañarlos, se les deforma siguiéndolos por su misma trayectoria original, es decir, apoyándose en su paupérrima preparación cultural.
Caracas, 3 de octubre de 1974
Diario 1974-1983
El paisaje preferido de la sociedad de consumo (la alegría de su burguesía) es el “supermercado”. La apetencia de la propiedad, el ejercicio del placer de la mesa, el poder de comprar, la acumulación de bienes, la asepsia del enlatado. Es visiblemente la “clase media ascendente” y responde a su concupiscencia que recién comienza a ser saciada, pues la alta burguesía dispone de otros circuitos más exigentes (desde botillerías hasta boutiques) donde ejercer sus demandas. La grosería del espectáculo, si bien se mira, corresponde a todavía vastas y urgidas apetencias de disfrutes terrenales. Y cuando en el supermercado aparecen cuadros o libros, este nivel primario (pero que se esfuerza por ascender) se revela en su franca elementalidad. Ralph Nader podría discutir los productos materiales que se ofrecen a estas gentes y evidenciar como se les engaña o explota. En el rubro artístico podríamos hacer una investigación parecida viendo estos cuadros en los supermercados: más que engañarlos, se les deforma siguiéndolos por su misma trayectoria original, es decir, apoyándose en su paupérrima preparación cultural.
Caracas, 3 de octubre de 1974
Diario 1974-1983
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