Ir al contenido principal

Llueve en el barrio

 


Llueve en mi barrio

y las aguas que bajan por zanjas arrastran papeles, 

un cuaderno de tapas verdes,

paraguas rotos,

los goles del domingo

y algún beso que el viento tumbó en su viaje.

Llueve en Parque Patricios

y el agua penetra en las grietas y llega hasta el alma.

Llueve en el barrio.

Llueve en el mundo.

La tormenta sacude los árboles y a  las canciones que suenan en los teléfonos.

Llueve en mi barrio,

en Donbáss  y

en Palestina.

Llueve,

y los chicos sin nada

se llenan de hambre,

se llenan de agua.

¿Serán las gotas, las lágrimas, la sal?



Llueve en mi barrio

que es decir llueve en el mundo.

El agua se arremolina con furia,

entre los adoquines, 

veo un puño que sube,

que sale del barro y crece

desde la zanja y los barros de la Semana Trágica

y crece.

Hay mil fantasmas que recorren/caminan mi barrio.

Don Miguel apurado y Carmelo, pasa Antonia,

la Teresa y Bartolo…

los pibes de las ranas cazando palomas,

mis cartoneros, pasan.

Pasan y pasan otros que desconozco,

pasan por la lluvia, pasan

porque llueve en el barrio

y el agua penetra en las grietas y llega hasta el alma.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Heráclito de Efeso

Heráclito de Éfeso Jorge Luís Borges Heráclito camina por la tarde De Éfeso. La tarde lo ha dejado, Sin que su voluntad lo decidiera, En el margen de un río silencioso Cuyo destino y cuyo nombre ignora, Hay un Jano de piedra y unos álamos. Se mira en el espejo fugitivo Y descubre y trabaja la sentencia Que las generaciones de los hombres No dejarán caer. Su voz declara: “Nadie baja dos veces a las aguas Del mismo río” . Se detiene. Siente Con el asombro de un horror sagrado Que él también es un río y una fuga. Quiere recuperar esa mañana Y su noche y la víspera. No puede. Repite la sentencia. La ve impresa En futuros y claros caracteres En una página de Burnet. Heráclito no sabe griego. Jano, Dios de las puertas, es un dios latino. Heráclito no tiene ayer ni ahora. Es un mero artificio que ha soñado Un hombre gris a orillas del Red Cedar, Un hombre que entreteje endecasílabos Para no pensar tanto en Buenos Aires Y en los rostro...

Luz de luna

  No llorés Colo, no llorés. Perdoná. No te pongas así. Dale, volvamos a casa.   *** Pasamos la tarde en la casa de Jhony hasta que llegó la noche. Boludeamos escuchando cumbia y mirando cosas en el celular. Video que manda los pibes cuando están con alguna guacha ahí. Y miramos un rato y bueno como habíamos tomado unas cervezas y las guachitas de los videos no se comían una y le daban lindo, nos fuimos calentando. ¡Ufff! Ahora vengo, dijo el Jhony y encaró para afuera, para el lado de las chapas donde está el baño.  No puedo más, le dije al Colo y ahí nomás me la empecé a manotear. ¿Qué hacé? ¿No ves? ¿O me querés ayudar? Nos reímos un rato pero después todo se puso tenso. Rojo se puso todo y en una le agarré la mano al Colo y me la llevé a la poronga. Le sonreí y el Colo empezó. Empezó. Empezó y no paramos. Después se puso a temblar y salió corriendo.   Le grité. Lo llamé y lo llamé pero no paraba de correr. Lo corrí una o dos cuadra bajo el chorro blanco de l...

Ranchada