
¿Y
ahora qué hacemos?
¿Vuelvo por el Duke y los pibes aunque me
queden dos balas y pierda?
¿O
volvemos a juntar la tropa?
La noche se volvió más negra que nunca.
De pronto y sin aviso cayeron los Tecas y pan – pan a rebotar los plomos por todos lados.
Las viejas se metieron cagando en las casas
y los pibes rajaron a esconderse. Quedamos rodeados y tiramos, tiramos.
Prendimos fuego a los tachos de basura y
nos escondimos en el humo. Igual tiraron. Tiraron una y otra vez.
Cuando cayeron los ratis el trabajo había
terminado. Tres charcos de sangre y unos gritos al cielo. Corrimos para la
avenida zigzagueando entre los pasillos y los autos.
Miré a un lado y al otro cuando conté las
bajas.
¿Los pibes y el Duke? Murmuré, con el poco aire que me quedaba.
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