
Piensa y vuelve a bostezar.
De pronto pregunta con su pequeña voz adormilada: ¿Papá? ¿Mamá…? Y sale corriendo hacia el cuarto de sus padres. Pero como no están sigue su búsqueda y camina descalza por el patio. Acaricia a la gata y le habla. Le pregunta cosas sobre la noche y las cucarachas… la mira, le toca la cabeza. La mañana es hermosa y el sol filtra sus luces por las hendijas del toldo. En eso descubre a su padre que está en la cocina preparando el mate y va a su encuentro.
¿A dónde
fuiste? Le pregunta con sus ojos negros.
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