Anoche estuve algo más tres horas pegado a la computadora, metiendo códigos y actualizando una y otra vez las páginas… No soy una persona ducha en las nuevas tecnologías y para mí no dejan de ser una herramienta. Por lo tanto, me privo de muchas cosas y me salvo de muchas más. Finalmente y entre bromas y burlas de mis hijos ante mi ansiedad, desconcierto y miedo de hacer algo mal y no poder ver al Indio –porque como muchos de los grandes que estábamos frente a la pantalla anhelábamos con profundo amor su presencia y conjuramos contra el avance de la enfermedad- sabíamos porque él nos enseñó que “todo es edición” y sin embargo queríamos verlo, escucharlo. Finalmente y luego de repetir en la virtualidad los desbordes y apretujamientos de toda marea ricotera aparecieron Los fundamentalistas y dieron un show impecable. Mucho mejor que el streaming anterior y se hizo el pequeño milagro, “el detalle de hoy”. Apareció, con la elegancia rocker de siempre. Único, infinito. Tuve que disi...
Bitácora de Carlos A. Ricciardelli // palabras/imágenes/arte -desde este lado del mundo.